Esta entrada se la dedico a Vivi, mi primita querida a la que quiero un montón ツ
Es un texto que escribí hace muchos años (allá por mi adolescencia...) y recuperé hace poco.
Su recuerdo me invade, su olor, su ternura y su espíritu siguen junto a mí. Miles de sensaciones se agolpan en mi mente y quieren ser traspasadas al papel en forma de palabras: le quiero y no le puedo olvidar, siento nostalgia de su cuerpo, de sus palabras, de su forma de mirarme y lo único que hago es pensar en él.
A veces recuerdo los momentos que pasábamos juntos y no puedo evitar llorar. Cuando estaba con él, la paz se situaba en mi espíritu, tenia ansia de sus besos y necesidad de su mirada, él era mío y yo era su posesión mas anhelada.
Quien iba a imaginar que le perdería, como él me perdería a mi. Nos queríamos, nos amábamos, nos necesitábamos y no podíamos vivir el uno sin el otro. El deseo era el alimento del cariño en el día a día y nuestros besos eran como el agua que bebemos y se necesita para vivir. Su cuerpo, la obra de arte que yo necesitaba para decorar mi interior, mi vida, y sus ojos eran como el reflejo del cielo en el mar, tan transparentes que yo me podía adentrar en su mente con tan solo una mirada.
Nadie podía negar ese sentimiento que teníamos dentro: el Amor… aquello que no lograré olvidar ni con la muerte, porque a él le he perdido, pero su rostro sigue en mi mente y en mi recuerdo como el primer día, para siempre... te quiero...
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